noviembre 23, 2009

LIBROS EN MI LIBRERÍA


¿No se han encontrado con un cuarto lleno de cosas viejas que habían botado conscientemente y de pronto parecen desear salir por sí solas de su prisión?

¡Ah! Pues estoy en esa situación.

Antenoche estaba charlando con ÉL y resulta que despepite sin pensar, simplemente no sé que tenía que todo salió… mi boca se movía y se movía, y cuando me di cuenta estaba llorando diciendo lo que en mucho tiempo no sacaba por miedo a lo que incluso ÉL pudiera pensar, porque a pesar de que lo sabe, temo decirle cada oscuro secreto que aún puedo tener.

Y lo que sucede es que tengo libros que dejé ahí botados, que contienen historias que me han hecho sufrir, dudar e incluso obligarme a olvidar los sentimientos que tuve en esos cuentos. Y muchas veces, opte por dejarlos de lado, por cerrar a fuerzas las heridas y simplemente taparlas con todo lo que pudiera para no volver a sentir el dolor punzante… pero no sé porque desde el año pasado –casi – parece que esos libros ahora cobraron vida y desean regresar de un modo u otro. Y confieso que hay algunos que de verdad no quiero volver a abrir, me niego rotundamente a seguir con la historia porque temo al final, y porque en algún momento de verdad pensé que esas historias ya tenían escrito su fin. Con punto y aparte más la palabra “FIN” en grandote.

Aunque ÉL me consolaba con palabras firmes y positivas, tengo miedo a que algún libro en especial –bueno, talvez dos o más – afecten mi vida de una u otra manera, y es que esas historias no pueden estar más en mí, ¡ya no hay espacio para ellas! y sin embargo, confieso que tengo muchas dudas con respecto a ellos y deseo aclararlas pero me niego a buscar las respuestas de nuevo y no más y como ellos lo decidieron, pues así será… no más lágrimas de mí, ya no hay lugar…
¡ESOS LIBROS SE QUEDARÁN AHÍ Y PUNTO!